miércoles, 6 de marzo de 2013


Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Preparatoria Enrique Cabrera Barroso

 

 

Ensayo  Evaluativo

 

 

 

“Barroco mexicano”

 

Arte ll

 

 

Raúl Ignacio Alonso torres.

 

 

 

A-II-4

 

 

 

 

Profesora

Tadria

 

 

 

 

Ciclo Escolar

2012-2013

 

 

 

03-03-2013

 

 

Barroco Mexicano

 

En nuestro país, se cruzaron las dos culturas y que se fusionaron en la Colonia, la Indígena y la Española, conservaban un agrandado sentido religioso en el que se fusionaban ritos, leyendas y antiguas ideologías que derramaron una nueva concepción, una cultura nueva que dio paso a lo que hoy conocemos como; nuestro grandioso país México. El indígena aún no se recuperaba de la sorpresa causada por la ruda invasión, cuando ya se encontraba trabajando arduamente en la construcción de templos y edificios. Estas estructuras tuvieron diferentes corrientes que diseñaron y llevaron a cabo el estilo de estas obras.

 

En los tiempos de la época colonial, demasiados de los templos y conventos levantados por las órdenes mendicantes que llegaron a la Nueva España, fueron aceptados con imponentes formas que semejaban fortalezas. estaban dispuestas en la forma arriba descrita y las calles principales desembocaban en el templo, Muchas de las fundaciones organizadas por estos frailes constructores,  cuyos aspectos decorativos con nivel estético respondían a las modas artísticas de la época como Gótico, plateresco, barroco, entre otros estilos que se utilizaron.

 

América entró a formar parte del mundo que hasta entonces conocían los europeos. La importancia del periodo colonial es determinante tanto para la historia de nuestro país como nación independiente como para la historia de todo Occidente, ya que, a partir de ese momento,

 

es decir la mezcla entre los conquistadores y los conquistados, combinación que definió el carácter actual que tiene México. La religión católica ganó nuevos e importantes territorios, cambió el lenguaje, la traza de las ciudades, las manifestaciones culturales y artísticas y se inició el mestizaje o sincretismo,

 

Muchas familias españolas adineradas financiaron la construcción de grandes catedrales y casas en diferentes ciudades como México, Querétaro, Puebla, Zacatecas entre otras. Todo esto origino diferentes transformaciones que alcanzaron a las ciudades. Estas crecieron y su arquitectura cambió de estilo; el barroco, que en ese momento estaba de moda en Europa, fue también asimilado en la Nueva España

A donde llega tanta imaginación por ser la de historia demasiado buenas para tomarla increíblemente.. 

Barroco Sobrio

Llamamos barroco a una degeneración del estilo clásico, pero como esa degeneración constituye en sí algo que parece dotado de vida y que lleva en su espíritu un germen de complicación, llega un momento en que la esencia clásica, es decir, los órdenes, desaparecen bajo una fantasía cada vez más despierta. El barroco primitivo se nos muestra simplemente como una alteración de lo clásico: podemos encontrar todos los elementos que constituyen los órdenes arqui-teetémeos; per© se nota ya- mi anhelo de libertad que viene a moárfiear esos órdenes, que no respeta los cánones, que se permite alterar no sólo las proporciones, sino la misma ordenación, como si un afán de travesura o de rebeldía surgiese en los nuevos confines. En realidad debe admitirse que la monotonía de los órdenes tenía que ser atacada, sobre todo en pueblos jóvenes, que buscaban un arte más vital, y que ese ataque había de terminar en las creaciones más complicadas que, si bien faltaban a la tradición, derecho tenían a renovar su arte.

 

    El barroco, bien sabido es, se interpreta ahora en formas muy variadas. Ese espíritu de que hablamos antes de libertad de la tiranía de los órdenes, pero libertad dentro de una mesura que no conocía de ningún extravío, produce los barrocos septentrionales de Europa, que nada tienen qué ver con el barroco latino dé América. Esos buenos señores sé reirían desdeñosamente de nuestro barroco, que para ellos confina con la locura. Sus monumentos son de un severo barroquismo que solamente tuvo la audacia de romper los cánones con guante blanco.

    El barroco de América presenta varias modalidades. No queramos compararlo con un ser que va cambiando esa esencia, perqué caeríamos bajo el anatema de les filósofos con se han empeñado en que las obras del espíritu no pueden ser asimiladas a los seres orgánicos. 

Barroco Rico

    El barroco de América presenta varias modalidades. No queramos compararlo con un ser que va cambiando esa esencia, perqué caeríamos bajo el anatema de les filósofos con se han empeñado en que las obras del espíritu no pueden ser asimiladas a los seres orgánicos. 

    El barroco, bien sabido es, se interpreta ahora en formas muy variadas. Ese espíritu de que hablamos antes de libertad de la tiranía de los órdenes, pero libertad dentro de una mesura que no conocía de ningún extravío, produce los barrocos septentrionales de Europa, que nada tienen qué ver con el barroco latino dé América. Esos buenos señores sé reirían desdeñosamente de nuestro barroco, que para ellos confina con la locura. Sus monumentos son de un severo barroquismo que solamente tuvo la audacia de romper los cánones con guante blanco.

Llamamos barroco a una degeneración del estilo clásico, pero como esa degeneración constituye en sí algo que parece dotado de vida y que lleva en su espíritu un germen de complicación, llega un momento en que la esencia clásica, es decir, los órdenes, desaparecen bajo una fantasía cada vez más despierta.

El barroco primitivo se nos muestra simplemente como una alteración de lo clásico: podemos encontrar todos los elementos que constituyen los órdenes arqui-teetémeos; per© se nota ya- mi anhelo de libertad que viene a moárfiear esos órdenes, que no respeta los cánones, que se permite alterar no sólo las proporciones, sino la misma ordenación, como si un afán de travesura o de rebeldía surgiese en los nuevos confines. En realidad debe admitirse que la monotonía de los órdenes tenía que ser atacada, sobre todo en pueblos jóvenes, que buscaban un arte más vital, y que ese ataque había de terminar en las creaciones más complicadas que, si bien faltaban a la tradición, derecho tenían a renovar su arte.

El barroco no es muy conocido en esta generación para lo cual se necesita centralizar la información y ponerla clara para un mejor entendimiento y comprensión; con esto se busca cautivar al lector y llamarlo o invitarlo a informarse e invitarlo a entrar en el mundo artístico; claro ejemplo que se tiene son las ciudades mexicanas gobernadas en sus antiguos tiempos por gobiernos con gran claridad de ideas que en un tiempo consideraron grandiosas.

 

Al igual que una persona o un ser humano el barroco se desenvolvió de poquito a mucho y no fue fácil consolidar estas ideas, sin embargo al encontrar estabilidad se puedo alcanzar una gran difusión de arte y renuevas para la planeación de ideas centrales de lo que se buscaba de una ciudad, tiempo y espacio. Mas sin en fin todo se llevo a cabo en un lapso casi de un siglo y no de la noche a la mañana. Nada es fácil, y esto es claro en cualquier parte del mundo en el que nos encontramos son relaciones con el tiempo de cambio de una cultura a una nueva y tal es el caso del barroco signo que defiende que todo cambio tiene sus frutos y es ahí cuando nos datemos y admiramos este grandísimo movimiento con sus respectivas obras arquitectónicas en nuestra querida capital poblana.

 

Al igual que una persona o un ser humano el barroco se desenvolvió de poquito a mucho y no fue fácil consolidar estas ideas, sin embargo al encontrar estabilidad se puedo alcanzar una gran difusión de arte y renuevas para la planeación de ideas centrales de lo que se buscaba de una ciudad, tiempo y espacio. Mas sin en fin todo se llevo a cabo en un lapso casi de un siglo y no de la noche a la mañana.

 

Nada es fácil, y esto es claro en cualquier parte del mundo en el que nos encontramos son relaciones con el tiempo de cambio de una cultura a una nueva y tal es el caso del barroco signo que defiende que todo cambio tiene sus frutos y es ahí cuando nos datemos y admiramos este grandísimo movimiento con sus respectivas obras arquitectónicas en nuestra querida capital poblana.

 

El barroco es un estilo cautivador y con muchos significados que caracterizan a la época en la que fue desarrollado, algunos de los aspectos a resaltar en esta expresión son la literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc.

 

Y algunos de los autores mas importantes de la época son es muy conocido en esta generación para lo cual se necesita centralizar la información y ponerla clara para un mejor entendimiento y comprensión; con esto se busca cautivar al lector y llamarlo o invitarlo a informarse e invitarlo a entrar en el mundo artístico; claro ejemplo que se tiene son las ciudades mexicanas gobernadas en sus antiguos tiempos por gobiernos con gran  claridad de ideas que en un tiempo consideraron grandiosas.

 

El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental que produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica.

 

Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manierismo y el Rococó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los estados absolutistas, donde la aristocracia ejercía un férreo poder, y los parlamentarios, donde una incipiente burguesía empezaba a poner los cimientos del capitalismo.

Como estilo artístico el Barroco surgió a principios del siglo XVII —período también conocido en este país como Seiseno—, desde donde se extendió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII y XIX) el término «barroco» tuvo un sentido peyorativo, con el significado de recargado, engañoso, caprichoso, hasta que fue posteriormente revalorizado a finales del siglo XIX por Jacob Burckhardt y, en el XX, por Benedetto Croce y Eugeni d'Ors. Algunos historiadores dividen el Barroco en tres períodos: «primitivo» (1580-1630), «maduro» o «pleno» (1630-1680) y  (1680-1750).

 

Aunque se suele entender como un período artístico específico, estéticamente el término «barroco» también indica cualquier estilo artístico contrapuesto al clasicismo, concepto introducido por Heinrich Wölfflin en 1915. Así pues, el término «barroco» se puede emplear tanto como sustantivo como adjetivo. Según este planteamiento, cualquier estilo artístico atraviesa por

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